STEFAN ZWEIG Y EL MUNDO DE AYER

Esa tarde, en mis años infantiles, y en tiempos de la dictadura militar del Gral. Marcos Pérez Jiménez, tuve en mis manos por primera vez, la obra "El mundo de ayer". Mi corta edad, no me permitía comprender la profundidad de su planteamiento, pero, a través de los comentarios en mi familia, entendí el valor del pasado. Venezuela vivía tiempos tenebrosos de su accidentada historia. Sin embargo, a la luz de la historia, quizás ese mundo del ayer venezolano, hoy lo anhelamos, quienes vivimos aquellos tiempos. Stefan Zweig nació en Viena el año 1881 y falleció en Brasil el año 1942, cuando ofreció su vida en búsqueda de la paz , ante el holocausto de la guerra y la pérdida del mundo de ayer.

Zweig vivió las dos guerras mundiales con sus respectivos preámbulos guerreristas, Europa fue arrastrada por ambiciones de poder, nacionalismos y ultranacionalismos, posiciones partidistas e intereses económicos. Él como escritor, organizó el mayor movimiento intelectual para evitar la guerra. Sus esfuerzos por frenarla fueron infructuosos y el mundo fue devorado por la confrontación. Pareciera que la fatalidad de la Primera Guerra Mundial, llamada de las "trincheras" y sus desmanes, no fueron asimilados. Al llegar el año 1936, la Guerra Civil Española sirvió de antesala armada para que el año 1939, Europa se convirtiera de nuevo en el teatro de la guerra, Segunda Guerra Mundial. Nuevas armas, nuevas destrucciones, nuevos muertos, nuevos niños huérfanos, nuevos sufrimientos...nuevo tiempo, pero de muerte. Zweig, invocó el valor del mundo de ayer, de aquel tiempo de paz , que aunque con los avatares de cualquier tiempo, la humanidad no conocía tanta devastación material y humana. La lógica indica que la humanidad debería evitar la guerra, porque nadie la gana. Sin embargo pareciera que la humanidad no valora en ningún tiempo el mundo de ayer en paz y cuando la pierde, la añora. Suerte de dinámica contradictoria, absurda y yuxtapuesta.

Cuando Stefan Zweig publicó en 1927, su obra "Momentos estelares de la humanidad", nos dejó una lección, que no es otra cosa, sino la exaltación de la conjugación del pasado con el presente, en medio de la cual, tiene lugar el hecho histórico. Las biografías escritas por nuestro autor, destacan la mayor profundidad del pensamiento de esos personajes. Zweig aplicó el psicoanálisis a todos sus personajes, los postulados freudianos los asumió de primera mano, dada su amistad con Sigmund Freud. En los personajes biografiados, puso al descubierto la psique y nos permite hoy comprender que al parecer, el pasado, el ayer, lo obviaron. Leer "María Antonieta" (1932) o "María Estuardo" (1934), es adentrarse en los cimientos del pensamiento intrincado de la realeza femenina en el poder, donde la paz y la seguridad fueron igualmente ignorados.

Pasearse por las líneas de "Fouché, el genio tenebroso", es llegar al conocimiento del político y sus procederes, donde el mundo de ayer no cuenta y nos trata de sumergir en la utopía de sus planteamientos.

Stefan Zweig pasó a la memoria de la historia del pensamiento humano; a través de su poética, nos legó el análisis de los sentimientos humanos más íntimos, exaltó la obra humana de personajes históricos, el amor a la literatura en la cual siempre creyó, lo importante del espíritu de cada ciudad con su gente, destacó el mundo de la seguridad y el valor de la paz como base de la vida, nos recuerda que cada hecho humano aporta más de lo visible a simple vista, nos recordó lo importante del mundo de ayer.-