T.S. ELIOT y sus poemas: LA TIERRA BALDÍA - LOS CUATRO CUARTETOS
- Lic. José S. Bruzual C. l
- 4 ago 2016
- 5 Min. de lectura
Al analizar la obra de T.S. Eliot, observamos que en su formación, propendió constantemente al conocimiento clásico y formal, alejándose además de la sensibilidad romántica. Mantiene de manera permanente el hecho reflexivo, haciendo énfasis en toda su obra poética; por el contrario se evidencia que el tema del acto amatorio, es tabú en la poética de Eliot. Para él la auténtica poesía es realmente en esencia impersonal, no la expresión de la totalidad de los sentimientos individuales del autor. Algunos críticos afirman que en su obra poética se traduce un proceso de peregrinación interior el cual desembocó en una conversión religiosa al anglicanismo, habida cuenta del evidente escepticismo y del sentimiento de aislamiento, así como la esterilidad. En MIÉRCOLES DE CENIZA, así como en LOS HOMBRES HUECOS, se aprecia la profunda penetración de los signos de la cristiandad, y asumen función de exorcismos contra la esterilidad, contra la incapacidad de asumir desde lo interno los procesos básicos de la existencia. Eliot es el poeta de habla inglesa que ha llevado a su máxima expresión este tipo de experiencia estética, así como lo dramático del vacío interior. Cuando realizamos la lectura de CANCIÓN DE AMOR DE ALFRED PRUFROCK, se aprecian síntomas de tal intención; pero cuando escribe LA TIERRA BALDÍA, en 1922, es evidente la metáfora de esterilidad y frustración.
El poeta encontró una fuente religiosa en los rituales de fertilidad del hombre pre-cristiano, los ritos fundamentales de la identidad a través de las jornadas básicas de la vida; es constante la contradicción entre el agua y la sequía, símbolo ésta del mundo moderno, y el agua asume un marcado sentido unificador y armónico.
Se ha establecido que el contexto de LA TIERRA BALDÍA, está constituido por la totalidad de la cultura occidental, es decir es un contexto europeo, concretado en un texto épico, es decir neoépico, dadas las características de experimental y ecléctico. Eliot presenta una aplicación de su propio sistema crítico a la sustancia lírica, dando como resultado una elevada autocrítica dentro de la poesía moderna, tanto desde el punto de vista de los temas como en el de los tratamientos expresivos. El autor logró un equilibrio y una armonía de emoción y sobriedad, de musicalidad y de precisión.
Eliot manifestó ser deudor de los poetas franceses, muy particularmente de Baudelaire y de Laforgue. De este último recibe influencia en los versos de extensión irregular, con las rimas igualmente en lugares irregulares; retoma la sonoridad crispante. Eliot toma de la poética de Baudelaire la lección de no saturar nunca, ni insistir con esfuerzos inútiles, aunque la estética de Eliot no posee perfumes ni el conocido colorido simbolista. Igualmente inventa ritmos e imágenes correspondientes a las neurosis y stress de la vida urbana. En este aspecto utiliza recursos como la yuxtaposición y el fragmento; en algunos textos observamos sentido musical, ritmo o sonido inicial. Cuando el lector se detiene en estos detalles estructurales presentes en la obra de Eliot, termina considerando la presencia de un hilo unificador en imágenes aparentemente disímiles, al producirse el cruce de ellas. Es en este aspecto en el cual se aplica una de las ideas básicas del pensamiento de Eliot, denominado "sensibilidad unificada": entrelazar y mezclar experiencias dispares en la mente del poeta, formando a la postre nuevos todos de realidades conceptuales. Por otra parte, encontramos la presencia de otro concepto, el "objeto correlativo", es decir, un conglomerado de objetos, una situación dada, una secuencia de sucesos que se erigirán en el núcleo de esa emoción particular; cuando los acontecimientos externos deben terminar en hechos sensoriales, aparece la emoción evocada.
En THE WASTE LAND, los acontecimientos se presentan como una visión del disyutivo entorno de la civilización moderna, allí utiliza simultáneamente y de manera reiterativa, la imaginería simbolista, haciendo gala de referencias míticas y literarias, tanto del mundo occidental como del oriental.
La lectura de su obra cumbre, CUATRO CUARTETOS, 1943, nos proporciona un texto de construcción paródica y con evidente presencia de premisas formales muy concretas; la estructura de cada uno de ellos se aplica a los demás. Se anticipa en cada cual lo que el autor se propone; de allí los cuatro movimientos se circunscriben a paisajes precisos, a espacios determinados en los que se sustentan las ideas del poeta. Por consiguiente, Burnt Norton, es el nombre de la finca donde habitó Eliot, en Gloucestershire, allí nos da una lectura de meditación sobre el tiempo; East Cocker, es un poblado donde vivieron los antepasados del autor, por el siglo XVII y nos muestra el tema de la reconciliación de los opuestos en el devenir histórico; THE DRY SALVAGES, constituyen un conjunto de rocas localizadas en Cape Ann, en las costas de Massachusetts, localidad visitada por el poeta en su infancia, de este hecho toma como tema el contrapunto entre el río Mississipi y el mar, reactivando el tema de la temporalidad, haciendo alusiones religiosas; LITTLE GIDDING, es el nombre de un poblado habitado por una comunidad de devotos anglicanos, esto le permite al poeta evocación de la historia actual de Inglaterra; hace referencia a la Guerra y las concepciones desprendidas de este proceso histórico; la solidaridad y la piedad por encima de la valentía y el coraje como militar. En este Cuarteto, podemos observar la insistencia del autor en recurrencias rítmico-musicales, presentadas de manera cerrada y cíclica, retomando el factor temporal y los contrarios para reconciliarlos.
Tal vez el aspecto estilístico común a los Cuartetos es su marcado tono conversacional, lograr el diálogo con el lector que siempre constituyó uno de los ideales de Eliot. En otro orden de ideas, el poeta aspira demostrar que la poesía no es sólo belleza; debe tener además la facultad de ver lo que hay bajo lo bello y bajo lo feo, poder ver lo tedioso, el horror y la gloria, o simplemente lo extraordinario de lo cotidiano; así los Cuartetos relatan la lucha diaria. En la obra de Eliot, se observa la intencionalidad con que inserta las inflexiones de la prosa a objeto de llegar a efectos inéditos mediante el vocabulario común.
Los poemas de T.S.Eliot, causaron gran impacto en la época de su publicación, llegando a niveles de trastorno literario en el ámbito de su tiempo. Algunos críticos y poetas vieron en los Cuartetos una obra con rasgos moralizantes, incluso algunos lo califican de sermón, en detrimento de la intención crítica del poema en sí. En todo caso, los Cuartetos, es innegable, conmovieron a la poesía del siglo XX, la poesía tuvo audiencia en la comunidad.
La obra de Eliot va dirigida a la vida, al hombre, a la mujer, en síntesis al vacío del alma, lo imposible de experimentar emociones, la ausencia de la vida interior. No sabemos a ciencia cierta las razones que llevaron a Eliot a la religión, pero esto determinó en él un comportamiento poético; como conjetura afirmamos que consiste en la necesidad de forma y ceremonia para llegar a vivencias caóticas y dispersas. Quizás Eliot encontró en la expiación el sentido de la vida. Pero, en cualquier caso, el poeta tuvo una importante transformación. Por eso en los Cuartetos pareciera evidenciarse el sacrificio y en cierto modo redención. No hay parodia en los Cuartetos y están presentes giros literarios armónicos, estando ausentes los contrastes, dando por resultado una unidad de tono. El aspecto personal no se oculta, pero tampoco se le da sentido de confesión; la ironía no la contempla y eso lo lleva a mostrarse como poeta de la realidad. Con Eliot, la poesía moderna incursiona en decir algo nuevo y se plantea el sentido de la vida, así como también una profunda preocupación por lo individual y el destino de toda la humanidad; la poesía es ahora una obra de contenido, la literatura intenta nuevo camino, el ser mediadora. La obra poética de Eliot es grande, transformó la poesía contemporánea.-
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