PANDEMIA y otros miedos
- Lic. José S. Bruzual C.
- 11 ago 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 12 ago 2020
Pandemia, es una expresión aterradora, sin duda alguna; interpretada por cada persona de una manera diferente, hasta el punto, de que existen los que niegan su existencia, sin embargo, cobra su cuota de enfermos y muertos, cada hora y cada momento.
Quienes conocemos la historia, sabemos que la humanidad ha sido atacada infinidad de veces por enfermedades devastadoras, pero aquí estamos, vencimos y la humanidad continúa su tránsito en el tiempo.
La primera vez que escuché esa palabra, fue una mañana del año 1957, cuando mi abuelo, el Dr. José Demetrio Cedillo Díaz, conocido farmacéutico, de La Botica de Velázquez, en Caracas, me contó, con mucha tristeza, como había muerto su madre, Carlina, en la pandemia del año 1918. Su rostro se entristecía en cada instante mientras recordaba, como los muertos caían en las calles de la ciudad de Coro, Estado Falcón, sin poder hacer nada para salvar vidas y frenar aquella peste bíblica. Nunca he olvidado esa narración y mi abuelo decía que lamentablemente, algún día volvería y casualmente en el año 1957, llegó al país, una gripe espantosa, la cual apuntaba a una nueva pandemia. Sin embargo, me sentía seguro, a mis 7 años de edad, porque mi abuelo era para mi una garantía de salud, así lo sentía en mi mente infantil y siempre he mantenido en pensamiento, el nombre de mi bisabuela, a quien obviamente no conocí. Pandemia, asusta porque viene acompañada de otros miedos. Lo observo en mis alumnos, que aunque estamos en clases virtuales, manifiestan su angustia, su preocupación por conocer el final de todo esto y surgen preguntas que como Profesor se te hacen, pero tampoco tenemos respuesta. Esos otros miedos rodean a la pandemia,surgen fantasmas como la soledad, la tristeza, el aislamiento, la preocupación, la desesperanza, la incertidumbre, la ira,la interrogante permanente, la distancia, la escasez, la contradicción y tantas otros fantasmas circunstanciales para cada persona. Todo se conjuga en una sola interrogante...¿Cuándo termina esto?... y si no termina...¿Qué hacer?...
Ante esas interrogantes,algunos no tienen a un abuelo o familiar que transmita seguridad, por el contrario, tampoco tienen respuesta para si mismo. Esos otros miedos y dudas ya están surtiendo efectos en todo el mundo.
Indudablemente, la experiencia que estamos acumulando es inédita y dejará huellas en cada uno, sin importar la edad o condición ni religión. Para algunos las creencias y la fe son las únicas herramientas para enfrentar los estragos de la pandemia. La mayor inquietud es que nos enfrentamos a un enemigo invisible y que a su vez se oculta en la manipulación mediática.¿Es que acaso debemos volver al pensamiento antiguo y retomar el camino?...Las antiguas escrituras nos hablan de enfermedades devastadoras y siempre el aislamiento fue recomendable. Esperar que pase la ira del Altísimo, lo cual conlleva pasar el cerrojo a la puerta de tu casa y permanecer allí hasta el momento indicado.
Todos sabemos que el mundo vive rudos momentos, tiempos malos como decía Agustín de Hipona (San Agustín); también nos lleva a tener presente el pensamiento de René Descartes, cuando afirmaba que cada tiempo tiene su espíritu. Nuestro tiempo, con su respectivo diagnóstico, nos confronta con realidades muy duras, que de una u otra manera, advierten difíciles situaciones.¿Fin de los tiempos? ¿Nuevo orden mundial? ¿Apocalipsis? ¿Llegamos a las consecuencias de lo que nos advirtió Xavier Zubirí : "El hombre del siglo XX se quedó sin Dios, sin mundo y sin si mismo"? Muchas interrogantes y pocas respuestas frente a la magnitud de lo que estamos viviendo en nuestro tiempo.
Para nadie es un secreto que a partir del 2015 se desató la ola migratoria en todas partes del mundo; siendo notoria la de los sirios y luego se sumó la venezolana. Al poco tiempo se iniciaron las caravanas migrantes centroamericanas, tratando de cruzar el territorio mexicano para llegar a los Estados Unidos de América, en busca de un futuro, inexistente en sus países respectivos. Muchos opinan en las redes sociales,que ya se escuchan las trompetas apocalípticas para el rompimiento de los siete sellos que marcaran el fin de los tiempos.
Indudablemente, la humanidad se repondrá de la pandemia actual, pero las secuelas de la misma perdurarán por un tiempo, catapultando cambios socio-económicos y de toda índole. Se hacen presente los otros miedos, fantasmas que representan los quebrantos del tiempo y que todas las culturas ancestrales tenían presente en sus creencias y tradiciones. Me preocupa como educador sin fronteras, libre pensador y habitante de este mundo, la falta de previsión de las últimas generaciones. Quizá, porque crecí con la generación de la post-guerra y prever era y ha sido parte de mi formación. ..¿Hacia dónde vamos? Nadie lo sabe. Una de las respuestas acertadas ante esta realidad, es el libro de Mario Vargas-Llosa, LA CIVILIZACIÓN DEL ESPECTÁCULO. Una triste realidad descalificadora de toda iniciativa presente, pasada y futura de la cultura universal. Pandemia, pandemonium, desastres ecológicos, búsqueda de respuestas religiosas, quiebra de valores, rituales, charlatanes, caída de la civilización...y...quien sabe , forman parte de nuestra cotidianidad, sin saber hasta cuando el mundo seguirá complicándose.
Sin embargo, recuerdo siempre un pensamiento de Stefan Zweig: " A pesar de todo, siempre podremos ver el nuevo amanecer"...
Comments