EL EDUCADOR COMO GERENTE

"El Programa lo hace el Profesor", sabia y bella lección recibida del Maestro de Maestros, Prof. Ramón Tovar para el año 1969, en las aulas del entonces Instituto Pedagógico de Caracas, hoy Universidad Pedagógica Experimental Libertador(Caracas), nos plantea una lección simultánea: Gerenciar la educación como proceso creador y darle al educador el sitial de honor que se merece como artífice del mismo. Los procesos educativos requieren de una labor gerencial acertada y pertinaz, esto pasa desde interpretar la exacta dimensión de la labor educativa a desarrollar hasta la fijación de objetivos precisos a lograr, lo cual requiere tácticas y estrategias acertadas, garantes del éxito a obtener; pero es el caso que el conocimiento de la formación histórica del momento, resulta crucial, vista ésta con óptica crítica y en términos estructurales. Resulta de primer orden analizar cuál es el perfil del hombre y de la mujer que queremos formar, lo cual debe compaginarse con una gerencia efectiva del proceso, cuando se plantean los valores como base de toda labor formativa en educación. Por otra parte, cuando tratamos las escalas formativas del individuo deseado, tomar en cuenta las variables que permiten establecer el diagnóstico de nuestro tiempo; al hacerlo estamos iniciando una gerencia educativa capaz de lograr tomar derroteros conducentes al logro pedagógico, consagrados por grandes maestros venezolanos como Simón Rodríguez, Cecilio Acosta y Luis Beltrán Prieto Figueroa. EDUCAR PARA LA VIDA Y NO PARA LA ESCUELA, debe ser una de las líneas-fuerza de toda gerencia en educación, ésto implica adaptarse a los tiempos para mantener la vigencia de la labor creadora en el campo pedagógico. Hoy y siempre, la gerencia en educación debe ser dinámica, fragmentaria y realista, para satisfacer las expectativas de la sociedad y en correspondencia al espíritu del tiempo, como afirmaba Descartes.

"Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él", la máxima kantiana sintetiza la importancia de una gerencia en educación acertada y por demás ajustada a los requerimientos de la formación histórica actual. Asistimos a una época, en donde gerenciar en el campo educativo equivale a crear soluciones ante el ascenso del ente humano, pero basándonos en los ARQUETIPOS DE LA NACIÓN, segunda línea-fuerza de la gerencia en educación, para dar continuidad a nuestra identidad cultural y nacional.

EL RAZONAMIENTO Y LA CORRELACIÓN, tercera línea-fuerza de la gerencia en educación, debe estar contemplada en todo el proceso, esto permite el desarrollo de la inteligencia, como afirmaba Aristóteles... "quien correlaciona es inteligente" y nosotros agregamos, que las condiciones propiciatorias permiten a cada ser humano el desarrollo pleno de su personalidad para beneficio de su familia, sociedad y nación, teniendo como norte el concepto de que el individuo es un ciudadano del mundo, coetáneo de una formación histórica cada vez más convulsionada y de análisis interdisciplinarios, en donde el trabajo en equipo resulta la lección aprendida de los tiempos y el razonar su base esencial.

Gerencia desde todo punto de vista implica LOGÍSTICA, cuarta línea-fuerza del proceso objeto de nuestra consideración. Esto equivale a tomar las previsiones que contribuyan a hacer posible el objetivo propuesto, planteándose el carácter flexible de la acción planificada dentro del conjunto de medidas gerenciales. Sólo adoptando ésta postura, se podrán resolver los imprevistos, garantizando el éxito esperado, ya que la realidad es cambiante, simplemente porque ella es a su vez fragmentaria.

Todo educador es un gerente y precisamente su campo de acción más importante es el aula, allí es su campo de acción fundamental, donde cada día genera una actividad creadora- multiplicadora y por demás trascendental para la formación del individuo con una conciencia societaria en un contexto cada vez más complejo y exigente.

El educador como gerente de este proceso pedagógico requiere condiciones especiales, ya que su vida es ejemplo de vida, lo cual lo convierte en cierta forma en un arquetipo para sus discípulos... es un estilista de la vida. Acá se evidencia la envergadura de su actividad como gerente, en procura de un mundo mejor, perpetuando a la sociedad organizada de manera estructural con objetivos bien centrados. El educador es en si un cúmulo de experiencias aglutinadas en una gama de habilidades y destrezas, que le dan la facultad para la correcta administración y buena conducción del cada vez más complejo proceso enseñanza - aprendizaje. Educador es un oficio, es quien ejecuta conjunto de habilidades y destrezas aceradas en una personalidad. Él no puede ser el resultado de la improvisación, como tampoco transmite lo que él genera en términos de conocimiento, pero tiene la grave responsabilidad de transmitir el saber humano en términos de síntesis, acumulado desde tiempos inmemoriales. De esta gran responsabilidad, requiere cambiar de actitud frente a la vida y esto incluye todas las ramas, pero principalmente en el nivel medio. Necesitamos a un educador comprometido con la ESCUELA ACTIVA, que su rol dentro del aula sea el del estudiante que más sabe de la cátedra que imparte, así logrará la INTEGRACIÓN Y LA ASCENDENCIA SOBRE LOS ALUMNOS, quienes lo reconocerán como un gerente y por ende como un líder, el cual tiene métodos y técnicas para ser llamado DOCENTE. Tales condiciones le permiten promover en la educación, una gerencia de la REFLEXIÓN, BÚSQUEDA Y REDESCUBRIMIENTO; base esencial del aprendizaje y no de la educación repetitiva y castrante que por generaciones enteras han proliferado en el mundo, para frenar el futuro de toda la humanidad. Educar es ACOMPASAR a los educandos en las crisis de su tiempo y de su existencia, en tránsito al estado de adulto. Enseñar en términos de educador, es una ardua tarea, es poner en práctica la gerencia de tan complejo sistema, monitoreado al paso del tiempo en el contexto de su formación histórica correspondiente. Esto impone elevar la bandera de la PEDAGOGÍA DE LA ALEGRÍA, donde el educando inscriba la educación en su vida y ésta en términos de desarrollo, sea el patrón de vida; producto de una gerencia en la educación eficaz, generadora de un EDUCADOR GERENTE del proceso in-situ.-