DIÁSPORA : CUENTOS DE ESMERALDA TOSTA MONTSERRAT
- Lic. José S. Bruzual C.
- 5 ene 2017
- 3 Min. de lectura
Leer DIÁSPORA, de la escritora venezolana, Esmeralda Tosta Montserrat, es transitar los caminos de la sensibilidad humana y las emboscadas de la vida. Al mismo tiempo, es sumergirse en las ensoñaciones y meditaciones de cualquier ser humano que pretenda buscar lo idéntico en lo diverso. Se conjugan sentimientos y fantasías del pensamiento, pero con la particularidad de aparentar su acción individual, para conformar un todo de la realidad humana in-situ.
El azar o el destino, juegan papel fundamental en la vida de todo individuo, pero a la vez nos confronta con lo casual. Realmente, despierta la duda ante tal realidad, imponiéndose la identidad de la decisión. De igual manera, está presente el misterio y el encuentro, proporcionando una imagen de incertidumbre, propio de lo cotidiano.Estas situaciones nos llevan a la materialización, que nos conduce a la reflexión profunda y evaluar la importancia del tiempo.
Estos cuentos, colocan al lector frente a su existencia, lo cual es una realidad indiscutible: riesgo de vivir; de tal manera que nos encontramos con la decepción y la ilusión en constante lucha en cada individuo. Ante esta realidad existencial, observamos la hipocresía en medio de las relaciones interpersonales a través del tiempo. Su transitar va marcando la pauta, en la medida que cada individuo asume su riesgo de vivir. Ante la eventualidad, surge la noción de otros mundos, en la cual entran en juego las creencias religiosas y espirituales, así como también las experiencias paranormales. A la altura de estas nociones, presentes en los mencionados cuentos, queda en el contexto la idea de que tiempo que se va no vuelve.
El deber y la honestidad se nos manifiestan de manera notoria en cada texto, tanto en su cumplimiento como en su evasión, constituyendo un péndulo existencial. De igual manera, el arte y su imagen, nos recuerda la importancia de la creación humana y sus potencialidades. Se nos recuerda que venimos de la noche y que como humanos, incurrimos en errores, a veces imperdonables, muchas veces por la acción de algún espíritu burlón. La soledad, también está presente en estos cuentos, y nos recuerda que siempre acecha en la luz y en la oscuridad. La maldad humana, se hace presente, se encuentra por doquier, pero lo importante es mantenerla a raya; muchas veces logra presencia y tuerce los caminos. La evasión, presente en cualquier medida y en todo individuo, hace gala muchas veces como elemento desestabilizador de la existencia humana. El absurdo, presente en la existencia, está en El Aleph...
Lo improvisto, se aprecia a cada instante, enlazando con lo cotidiano, haciendo el péndulo del acontecer humano. Los prejuicios raciales, denotan la bajeza humana, indistintamente del tiempo histórico. El amor, aletea en todos estos cuentos, ya sea por su presencia o ausencia, es parte esencial del ser. De la mano con él, va la ilusión, ella nos recuerda su carácter esencial para continuar y alargar la vida. Vivir es una aventura y un riesgo que se asume, de lo contrario, no es posible, Al asumirla, surge el sentido de la existencia, sintetizada en la razón de ser y del Ser. Esta razón, nos lleva, al encuentro del destino. Allí nos topamos con el miedo y el sadismo de índole, presente en lo más profundo del ser, que aflora, cuando se vive el hoy y se busca una salida, ya sea normal o una experiencia paranormal; en todo caso, se acumula en cada individuo, un secreto de la vida o en la vida. DIÁSPORA, son cuentos arrancados de las páginas de la vida misma.
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