VUELTA A LA PATRIA

El exilio ha sido una constante en la Historia de Venezuela. Desde los inicios de la República, el exilio, también llamado destierro, ha estado presente en todos los períodos de nuestra accidentada historia nacional. Nota distintiva en cuanto a esta temática, es que El Libertador Simón Bolívar, fue el primer desterrado de la República de Venezuela, en aquella época de dominio paecista - caudillista, transcurrían aquellos años treinta del siglo XIX. La literatura venezolana registra el drama de los exiliados; por consiguiente, podemos mencionar nombres emblemáticos, como el poeta Andrés Eloy Blanco, Rómulo Gallegos, Rufino Blanco Fombona, Juan Antonio Pérez Bonalde. Sus casos evidencian exilio, por no pensar igual que los gobernantes respectivos a cada tiempo venezolano. Este hecho es digno de ser estudiado por sociólogos, antropólogos, historiadores, filósofos. Cada etapa histórica venezolana, tiene sus exiliados. Nuestro tiempo tiene los suyos, indudablemente, la más numerosa y extensiva, hasta el punto de incluir, a la mayoría de los países de la geografía mundial, convirtiéndose en la diáspora venezolana siglo XXI.

Al leer el poema VUELTA A LA PATRIA,(1877), de Juan Antonio Pérez Bonalde, los que estamos lejos de nuestra tierra por variadas e innumerables causas, sentimos las mismas imágenes que el poeta transmite en sus versos. Un profundo sentimiento de lejanía nos embarga a ratos, yuxtapuesto, a la rutina que tomamos en tierra extranjera. Cada uno siente una visión desde la lejanía...y surgen preguntas silenciosas...¿Mi calle seguirá igual? ¿Cómo la estarán pasando todos mis vecinos que aún resisten la rudeza de la situación nacional? ...cada pregunta nos aleja y nos acerca más; es una contradicción lacerante. La memoria se ilumina con el pasado y el presente. Estamos acá, pero queremos sentir los ruidos de nuestro entorno. Añoramos la Venezuela de ayer, pero sabemos que tiempo que se va no vuelve, la Historia no retorna ni se repite. Por instantes, la imaginación vuela alto y recordamos nuestros ratos infantiles, nuestros momentos como estudiantes y profesionales, según sea el caso. Mis calles eran tranquilas y permanecía hasta las doce de la noche en la Biblioteca Central de mi Universidad Central de Venezuela...surge en nuestro pensamiento, ¿te acuerdas?...

La infancia, para los que sobrepasamos los sesenta años de edad, guarda recuerdos hermosos ligados al paisaje de nuestro entorno patrio y siempre unido a nuestra casa, a nuestro hogar. Conformaba un todo, en donde la escuela, el colegio, el liceo, la universidad, ocupaban lugar fundamental de nuestras vidas. Sentíamos a nuestro país en la piel, en el alma, en el corazón.

Necesitamos los ruidos de nuestra tierra, su música, sus expresiones, sus costumbres, sus comidas,sus tradiciones, su caleidoscopio y lo más triste, es que todo se desdibujó y sentimos un vacío, como quien viene de un país desconocido hacia otro con expectativas. Juan Antonio Pérez Bonalde, retornó a Venezuela y de nuevo fue exiliado, pero Venezuela, seguía estando allí. Nosotros no tenemos esa opción, porque el país ya no es y la patria se nos hace más lejana aún. Los que somos de Caracas, la asociamos con el cerro El Ávila y nos hace falta esa imagen diaria. En torno a el, nacimos, crecimos, estudiamos, hicimos una vida, que hoy, nos arrebataron. Algunos se preguntan..¿dónde ir?, ¿cuándo saldremos de este laberinto?, ¿qué hacer? Muchos hemos retomado nuestras vidas, y quizá no volvamos nunca más; motivado a múltiples causas. Sólo nos quedará el recuerdo y la memoria de un país que fue, pudo ser y no es.

En los años sesenta, se hizo popular un lema: No importa donde se nace, lo que importa es donde se lucha. Hoy ese lema es válido para los venezolanos que decidimos retomar la vida con dignidad y los que quieran hacerlo, le decimos !si se puede!

VUELTA A LA PATRIA de Juan Antonio Pérez Bonalde, es un poema que toca la fibra del sentimiento nacional y es una exaltación del amor por lo nuestro, pero a la vez, una exaltación a la libertad.

Hoy nos preguntamos entre otras cosas...¿Por qué en Venezuela se repiten las situaciones? ¿Es que acaso nuestra historia es cíclica? ¿Por qué desde 1830 se observan presos políticos y exiliados? ¿Por qué el Gobierno de Isaías Medina Angarita no tuvo presos políticos ni exiliados? . Son preguntas con respuestas difíciles de obtener. Resulta curioso, que el Presidente Medina fue el único sin estos males...¿Por qué lo tumbaron con golpe cívico-militar? Cada gobierno ha esgrimido causas para encarcelar y desterrar venezolanos, en nombre de la paz y del orden. Estamos en el año 2017, no tenemos paz ni orden. Será que la maldición mirandina es cierta..."Bochinche, bochinche, esta gente, solo sabe hacer bochinche", palabras del Generalísimo Francisco de Miranda, ante el fracaso de la Expedición de Los Cayos y de Jacmel.

El exilio es muy fuerte y varía según las circunstancias personales, proviene del ostracismo antiguo. Los griegos preferían la muerte, por que el ostracismo era estar muerto en vida. Venezuela enfrenta hoy un gran reto, consiste en evitar que se borre su memoria. Cuando ésto ocurre, el país desaparece lentamente, hasta extinguirse. En las épocas anteriores, la Patria estaba y seguía allí...¿Actualmente es igual?. Algunos historiadores afirman que Venezuela es un ex-país, esa disolución nacional se inició con la división de la nación. Esta división se simboliza con dos banderas: una con ocho estrellas y un caballo en embestida y otra con siete estrellas y un caballo libre mitológico. No existe la nación. VOLVER A LA PATRIA, indica volver de donde salí, pero en nuestro caso..¿A dónde pensaré volver? Mientras, el tiempo implacable marca su compás y las tierras lejanas, que nos han dado abrigo, ya se sienten Patrias adoptivas.-